DÍA MUNDIAL DE LA FOTOGRAFÍA: Mi manera de contar historias
El 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Fotografía, una fecha muy especial para quienes, como yo, hemos hecho de la cámara nuestra forma de mirar, de contar y de guardar los recuerdos más valiosos de las familias. Este año me siento especialmente agradecida, ya que La Veu de l’Anoia ha querido dedicarme un espacio en sus páginas para hablar de mi trayectoria como fotógrafa, de mi compromiso con las familias y, sobre todo, de mi formación en seguridad neonatal, un aspecto fundamental en las sesiones con recién nacidos.

Una trayectoria unida a la maternidad
Siempre digo que mi mejor formación han sido mis tres hijos. La maternidad me ha enseñado a comprender lo que sienten las familias que llegan a mi estudio: sus miedos, sus nervios y, sobre todo, esa ilusión inmensa de guardar un recuerdo único de sus pequeños. Esa conexión especial me permite trabajar con empatía, sensibilidad y paciencia, creando un ambiente seguro y lleno de confianza. Para mí, cada sesión es más que un trabajo: es una experiencia compartida en la que las emociones tienen tanto valor como las fotografías finales.
Mi compromiso con las familias
Más allá de la estética, la fotografía familiar es un tesoro que se convierte en un legado. Los niños crecen demasiado rápido, y lo que hoy parece cotidiano, mañana será un recuerdo irrepetible. Por eso, cada vez que una familia me elige, pongo toda mi atención en capturar miradas, gestos y vínculos reales, esos que no se pueden fingir y que se convierten en imágenes capaces de emocionar siempre que las veamos.
La importancia de la seguridad en las sesiones newborn
Uno de los aspectos que más destaco de mi trabajo —y que también se menciona en el artículo de La Veu de l’Anoia— es mi formación en seguridad neonatal. Trabajar con recién nacidos requiere conocimientos específicos: desde la forma correcta de colocarles hasta cómo crear un ambiente cómodo y seguro. La tranquilidad de los papás es lo más importante. Saber que su bebé está en buenas manos les permite relajarse y disfrutar de la experiencia.
La fotografía como legado
En un mundo en el que todo pasa deprisa, las fotografías nos ayudan a detener el tiempo y guardar un pedacito de nuestra historia. No se trata solo de tener imágenes bonitas, sino de crear un legado familiar que dentro de unos años será aún más valioso. Hoy, en el Día Mundial de la Fotografía, quiero agradecer a todas las familias que me han abierto las puertas de su vida y me han dejado ser parte de sus recuerdos. Sin vosotros, este camino no tendría sentido.
Si quieres leer el artículo completo que ha publicado La Veu de l’Anoia, puedes hacerlo aquí.
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